Ver a un hijo transformarse

Los padres describen cómo el servicio ayudó a sus hijos a desarrollar nuevas cualidades, como la confianza, la determinación y el orgullo.

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David Smith: Para mí, el momento de mayor orgullo fue cuando lo vimos en la graduación porque pudimos ver la transformación, y pudimos ver que ahora tenía un sentido de deber, algo que hacer y el trabajo que quería tener.

Harold Stewart: Una vez que te gradúas, pasas de ser un civil a un Marine, fue sin duda una de las mejores experiencias de su vida.

Holly Clayman: Estaba orgulloso de sí mismo, y nunca se había sentido así. Sentía respeto por sí mismo y respeto por quienes lo rodeaban, no solo por otros militares, simplemente por la gente que lo rodeaba.

Barbara Heinz: Estaba un poco perdido. Iba a la universidad pero no estaba para nada orientado y, luego, cuando terminó el campo de entrenamiento, sabía qué quería hacer. Y dijo, “Voy a hacer esto durante 30 años”. Existe la posibilidad de que no lo haga, pero lo que quiero decir es que... Creció.

Dawn Woodings: La expresión de su rostro dice: “Estoy orgulloso. Lo logré. Lo hice. Soy soldado”.

Louis Arroyo: Lo que trato de decir es que es una transformación increíble que se lleva a cabo desde el día en que se van de sus hogares hasta el día en que se gradúan. Son muy disciplinados. Están motivados. Están orgullosos.

Darlene Anderson: Vi a mi niño convertirse en un hombre. Pude ver su confianza en sí mismo.

Edward Smigelski: Él maduró muchísimo. Me refiero a que solía ser un joven alocado. Simplemente es mucho más maduro, aún más ahora. Esta experiencia verdaderamente le ha ayudado a crecer.

Rusty Mead: La hizo una joven más responsable. Sin duda alguna. Puedo verlo en ella. Sencillamente, es una persona más responsable.

Marc Danziger: Pienso que lo hizo crecer. Quiero decir, esto es lo clásico que dice la gente sobre las Fuerzas Armadas, pero creo que realmente sucedió con él, y creo que ve el mundo con mucha más claridad. Se ve a sí mismo con más claridad.

Mary McHugh: La transformación fue inmensa y, sí, calmó en gran medida mis temores. Realmente... Se había convertido en el hombre que dijo que iba a llegar a ser.

Monique Morris: Cambió muchísimo, no sé con certeza... Fue extraño verlo crecer, supongo, verlo crecido. Me quedé sin aliento.

Formar carácter y determinación

Al igual que Keith, Linda quería confirmar que su hijo estuviera plenamente informado sobre el Cuerpo de Marines. También le preocupaba la seguridad de Keith. Y sostuvo: “Soy una madre y no conozco a ninguna madre en el mundo que no se aflija por la idea de que su hijo o hija esté en un lugar en el que uno no pueda hacer nada”.

Keith también admitió que se preguntaba si Robert tendría la disciplina necesaria para triunfar en el Entrenamiento para reclutas. Robert les aseguró a sus padres que sabía lo que quería hacer y que deseaba llevar sus planes a buen término. Al final, Keith y Linda optaron por confiar en el criterio de su hijo.

Y valió la pena. En la ceremonia de graduación de Robert en Parris Island, Carolina del Sur, Keith y Linda se asombraron por el nivel de disciplina alcanzado por Robert. A pesar de una lesión en el pie que sufrió durante el Entrenamiento para reclutas, Robert se graduó puntualmente. Keith aseguró: “Estaba muy orgulloso de Robert por sobresalir y demostrar determinación y voluntad. Observé un gran nivel de personalidad que brotaba de su interior”.

Orgullo por su sacrificio

Cuando vio a Robert con el uniforme, Linda también advirtió unos cuantos beneficios secundarios de la disciplina del Cuerpo de Marines. Y expresó: “Su uniforme lucía fantástico. Y le dije, ‘Tu camisa es perfecta. ¿Adónde te la plancharon?’ Los pliegues estaban increíbles. Y él me respondió con otra pregunta, ‘¿Qué quieres decir que la mandé a planchar? ¡Yo la planché!’ Y yo dije, ‘Genial. ¡Los Marines son lo máximo para mí! ¡Un hombre que aprende a planchar!’ "

Luego de la graduación y más entrenamiento, Robert se movilizó dos veces a Irak, una en calidad de artillero y otra como conductor de Humvee. Linda reconoció que la pasó mal sabiendo que su hijo podía estar en peligro, pero está orgullosa del sacrificio que Robert está dispuesto a hacer.

“La parte más difícil es lo obvio: el peligro que implica. El peligro es indudablemente lo más difícil porque uno nunca sabe”, admitió Linda.

La importancia del servicio

El contacto con Robert por teléfono, los mensajes de texto, el correo electrónico y los paquetes con alimentos y artículos personales ayudaron a Keith y Linda a sobrellevar la tensión de estar separados de su hijo. Robert también envió fotos suyas con una familia iraquí con la que estuvo. Keith contó: “Ahí está él con esta familia iraquí que parece estar agradecida por su presencia para ayudarles a tener la libertad que desean. Eso sí que vale la pena”.

En su trabajo, Robert enfrentó desafíos y peligros. Keith y Linda siempre están preocupados, pero siguen estando orgullosos de la decisión de su hijo. Linda manifestó: “Probablemente él sienta que está marcando una diferencia. Está haciendo algo que tiene un verdadero significado, lo cual es muy importante”.

Robert no ha decidido nada en firme para su futuro, pero sus padres están ahí para darle su apoyo. Keith opinó: “Sé que se ha ganado el respeto por lo que hace y que él ve un futuro en lo que está haciendo, y creo que eso es bueno para él, y que puede aprovecharlo, e incluso continuar con sus estudios mientras está en las Fuerzas Armadas. Ese será el mejor camino para Robert. Y, definitivamente, estamos a su lado para respaldarlo también en eso”.

"Vi mucha personalidad que brotó de su interior."