Jason Stovall

Como parte de mi familia se había dedicado a la carrera militar, me sugirieron que pensara en incorporarme a las Fuerzas Armadas. Esa fue la primera vez que evalué la posibilidad de ir a las Fuerzas Armadas. Tenía la sensación de que quería algo más que simplemente la rutina común y corriente de cualquier persona.

Me alisté en el Ejército en marzo de 2005 como ingeniero de combate, con planes de incorporarme a las Fuerzas Especiales. Mi primera solicitud de asignación fue para Hawái, ¡eso fue increíble! Mientras estuve allí, me ofrecieron una serie de oportunidades para estudiar y progresar en mi carrera antes de ir a las Fuerzas Especiales. Lamentablemente, durante la parte de entrenamiento físico, me lesioné una rodilla. Por suerte, me dieron la oportunidad de continuar sirviendo a mi país y me dijeron que tenía que cambiar de puesto.

Elegí ser especialista paralegal y, por indicación de las Fuerzas Armadas, fui a estudiar a Fort Jackson, Carolina del Sur. Me capacitaron para redactar memorandos legales para abogados, realizar investigaciones legales y transcribir. Te enseñan sobre todos los temas con los que potencialmente puedes estar en contacto en el área paralegal, independientemente de que seas escribiente del tribunal, te dediques a la defensa penal o a los procesos penales. Eso se debe a que, cada vez que cambias de lugar de trabajo, también existe la posibilidad de que cambie tu especialidad laboral.

Por mi parte, siempre me capacito para mejorar. El solo hecho de que sea paralegal no significa que eso sea lo único que vaya a hacer por el resto de mi vida en las Fuerzas Armadas. Si me tengo que movilizar, conocer solamente mi trabajo y mis funciones como paralegal no siempre va a ser suficiente, por eso tengo el deber de saber cómo reaccionar ante situaciones de emergencia.

Jason Stovall: Como paralegal, un día común generalmente consiste en preparar documentos legales para los abogados para los que trabajo, investigar o interrogar a testigos que tienen que declarar ante el tribunal, programar citas e realizar investigación jurídica.

En la corte, mi tarea es garantizar que se descubra la verdad y que todos sean sometidos a un juicio justo. Una corte marcial militar es muy similar a una audiencia civil en un tribunal. Pasamos por el mismo proceso. Si tuviera que desempeñarme como paralegal civil, me sentiría lo suficientemente seguro de poder cumplir con mi deber igual o mejor porque los dos ámbitos están estrechamente relacionados.

El valor más importante que aprendí en las Fuerzas Armadas es la integridad. Mucha gente carece de integridad como valor porque muchas veces no son capaces de hacerse responsables de lo que hacen y de quiénes son. El simple hecho de incorporarte y estar en las Fuerzas Armadas te ofrece infinitas oportunidades de aprender y experimentar muchas cosas más.