Philipa Duncker

“Terminamos en una base de Atlantic City, Nueva Jersey, y más o menos me contó todo sobre cómo incorporarme a la Fuerza Aérea. El paso siguiente, como verán, fue mi juramento de alistamiento.”

Philipa se incorporó a la Guardia Aérea Nacional y se capacitó como médica mientras asistía a la Universidad Rutgers. En un principio, tenía planeado ser médica, pero durante el tiempo que pasó en la escuela técnica se dio cuenta de que quería ser enfermera.

“Fui a la escuela técnica y descubrí mi pasión por la medicina. Quería brindar atención directa a los pacientes hospitalizados. Quería tener más experiencias en la atención de los pacientes.”

Luego de graduarse en Rutgers, Philipa descubrió otra oportunidad. Mientras participaba en maniobras en la base McGuire de la Fuerza Aérea en calidad de miembro de la Guardia Aérea Nacional, Philipa se enteró de la existencia de vacantes para enfermeros de vuelo en la unidad de Reserva de la Fuerza Aérea de la base.

“Tenían dos escuadrones médicos aéreos. Investigué y decidí que quizás fuera lo adecuado para mí. Fui a una entrevista donde me recibieron con los brazos abiertos y me dijeron que cuando estuviera lista, fuera.”

Cuando Philipa pasó de la Guardia Aérea Nacional a la Reserva de la Fuerza Aérea, también comenzó su entrenamiento de oficiales y se convirtió en subteniente. Durante este período, asistió a la escuela de aviación, donde recibió capacitación en las tareas principales de un enfermero de vuelo. Este puesto implica la atención de pacientes mientras se los traslada de un lugar a otro en una aeronave.

“Cuando llega el momento de trasladar a un paciente o a varios, hay un equipo que aguarda en un avión. El trabajo de ese equipo consiste en controlar al paciente y estar listo para cualquier emergencia que pueda surgirle a ese paciente durante todo el trayecto.”

Philipa se movilizó a la base conjunta Balad en Irak como enfermera de vuelo y también como oficial a cargo de control de infecciones. En este puesto, implementó y supervisó los procedimientos que contribuyen a mantener limpias las áreas de enfermería.

“El control de las infecciones es igual en el ámbito militar que en el civil. La única diferencia es que cuando se tiene que implementar en una aeronave, uno se encuentra dentro de un gran espacio de metal sucio y lleno de polvo, y no se cuenta con depósitos de agua. Por lo que se tiene que estar más atento a la forma en que uno cuida a los pacientes y se cuida a sí mismo en el avión.”

En su vida civil, Philipa también es enfermera, y ha ocupado diversos puestos durante su carrera profesional. En este momento, se desempeña como enfermera en una sala de emergencias. Este horario la tiene muy ocupada, pero valora mucho las experiencias y las amistades que forjó en las Fuerzas Armadas.

“Vi el mundo con personas que probablemente sean lo más cercano a una familia, más allá de mi propia sangre. Son personas que me cuidaron en todo momento, que vieron lo mejor y lo peor de mí, que conocieron mi lado más vulnerable y aun así me respetan y quieren por ser así.”

El futuro de Philipa implica permanecer en la familia de la Reserva de la Fuerza Aérea, algo que nunca se hubiera imaginado cuando su padre la llevó a dar una vuelta en auto hace unos años. Está feliz de que la haya guiado en la dirección correcta.