Jennifer Liriano

Gracias al apoyo de las Fuerzas Armadas, Jennifer está mejorando sus conocimientos y aprendiendo más sobre enfermería tanto dentro como fuera del aula. En la actualidad, está ampliando sus estudios y trabajando para obtener el título de enfermera diplomada (el nivel siguiente de enfermería). El Ejército no solo le paga los estudios, sino que ella puede sacar sus conocimientos fuera de las aulas y aplicarlos en la práctica en las Fuerzas Armadas como miembro de la Reserva del Ejército

En la Reserva del Ejército, Jennifer es especialista en enfermería práctica licenciada, lo que significa que tiene las mismas obligaciones y responsabilidades que una enfermera práctica licenciada civil. "Me ocupo mucho de los pacientes, de los tratamientos y también de su gestión", dice. "Se trata de mantener viva a la gente. Estás influyendo en la parte más importante de la misión, que es el soldado".

Como soldado de la Reserva del Ejército, el horario de Jennifer ofrece mucha flexibilidad. Los miembros de la reserva tienen sesiones de entrenamiento mensuales, de un fin de semana de duración, denominadas "simulacros" y sesiones de entrenamiento anuales, de dos semanas de duración, denominadas (Entrenamiento Anual [Anual Training, AT]). Al margen de sus obligaciones militares, Jennifer prosigue su educación como estudiante a tiempo completo y persigue otros intereses fuera de las Fuerzas Armadas. Cuando no está estudiando o entrenando, perfecciona sus habilidades marciales. "Tenía muchas ganas de volver a ponerme en forma, y pensé que el boxeo era muy bueno como cardio. El jiu-jitsu también ayuda a desarrollar la fuerza y el cardio. Y pensé que, si alguna vez me daban una paliza en la calle, podría defenderme".

Gracias a la flexibilidad y el apoyo de la Reserva del Ejército, solo le faltan unos meses para alcanzar su objetivo de enfermera diplomada. "Nunca pensé que podría estar haciendo lo que hago en las Fuerzas Armadas", dice. "Siento que he aprendido y crecido mucho".